Marc de Antonio: "La Martín Códax Rías Baixas es una experiencia que hay que repetir"
El Platú 25 “Bribon Movistar” se proclamó vencedor de la 50ª Martín Códax Rías Baixas en la división ORC 3
Llegar, ver y vencer. Así fue cómo el “Bribon Movistar” se hizo con su primera victoria en la Martín Códax Rías Baixas. Ocurrió en la 50ª edición de la emblemática regata coincidiendo, además, con la primera ocasión en la que un barco de la saga “Bribon” navegaba en la cita reina del Real Club Náutico de Vigo. Ahora, un año después, su patrón Marc de Antonio revive cómo fue aquella primera experiencia.
El 2013 fue para la tripulación del “Bribon Movistar” un gran año en el que, entre otros éxitos, se hizo con la victoria de la Martín Códax Rías. Echando la vista atrás, ¿cómo recuerda esta edición?
Tenemos un recuerdo fantástico, lo pasamos muy bien. La organización fue excelente, muy buen ambiente, sol y buena temperatura, momentos de vientos flojos pero también de 20 nudos, mucha flota... Mejor, imposible.
La de 2013 fue la primera vez que el “Bribón Movistar” compitió en la Martín Códax Rías Baixas y ganó. Fue llegar, ver y vencer. ¿Cuál ha sido su experiencia navegando en las Rías Baixas?
Sí, era la primera vez y no pudo ir mejor. Tuvimos unas condiciones de viento que nos permitieron ser competitivos con el Platú 25. Además estuvo bien porque éramos varios monotipos navegando en tiempo real y eso es un atractivo más.
Fueron regatas técnicas, con zonas complicadas por cambios de presión y roles por efectos de la costa. Hubo que navegar muy concentrados durante muchas horas, pero es agradecido en un entorno tan bonito, especialmente si lo vas descubriendo por primera vez.
Pensando en el futuro ¿ve al “Bribon Movistar” en línea de salida de otra Martín Códax Rías Baixas? ¿Y en lo más alto del podio?
Seguro que volveremos, es una experiencia que hay que repetir. Y ganar de nuevo, ojalá. Si vamos, será con ese objetivo.
Al igual que en 2013, esta nueva edición la Martín Códax Rías Baixas recalará en Vigo, Sanxenxo, A Pobra do Caramiñal y Combarro. Tras su experiencia, ¿cuál fue la mejor etapa? ¿Por qué?
Sinceramente no sé decir qué etapa fue la mejor. Tengo buenos recuerdos de todas.
Quizás la más extraña fue la última, que empezó con un día precioso de sol y viento, pero entró una niebla muy espesa con encalmadas y a nosotros nos costó mucho pasarla sabiendo que nos jugábamos la victoria en la general, pero incluso eso tuvo su atractivo. No solemos navegar en esas condiciones y fue interesante como experiencia.
¿Cuál fue su mejor momento en la Martín Códax Rías Baixas? ¿Y el peor?
Quizás los mejores momentos fueron cuando conseguíamos salir de agujeros de presión de viento en los que a veces quedamos encallados durante muchos minutos y remontar de nuevo posiciones buscando roles. Esto nos pasó en varias ocasiones.
Lo peor... El entrar en esas encalmadas y, a veces, ver que a muy pocos metros otro barco tiene una mínima presión de viento para seguir avanzando.
¿Cuál cree que es la clave para ganar una regata como la Martín Códax Rías Baixas?
No sabría qué decir. Nosotros sólo hemos ganado una, pero como en todas la regatas es importante tener un barco lo más competitivo posible, un buen equipo, preparar bien cada etapa viendo la carta de navegación, el parte y luego saber tomar decisiones tácticas lo más acertadas posible interpretando cada situación.
La paciencia y las constancia también son importantes en muchos momentos.
Desde su punto de vista, ¿qué hace especial a la Martín Códax Rías Baixas?
Es especial el ambiente que se genera entre los propios regatistas y el grado de participación de los clubes organizadores. Un buen equilibrio entre la parte social y la de competición. Y, como he dicho antes, el entorno es clave. Es fantástico navegar en paisajes así. Ojalá se puedan cumplir 50 ediciones más y nosotros podamos estar en muchas de ellas.